TÉCNICAS DE ENSAMBLAJE
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CHAPADO
La chapa se puede encolar sobre todos los soportes a base de madera con colas ureicas o vinílicas. Para el encolado sobre soportes de diferentes materiales, recomendamos realizar primero pruebas para comprobar posibles problemas técnicos y evaluar el rendimiento del producto acabado.
ENCOLADO CON COLAS UREICAS
Cuando se utilizan colas ureicas, generalmente es aconsejable no aplicar más de 150 g/m2, a presiones que varían entre 1,5 bar y 3 bar y temperaturas de chapado entre 80° C y 125° C. Se pueden añadir aditivos a la cola para
ajustar sus propiedades reológicas y evitar filtraciones indeseables. También sugerimos pigmentar la cola con tonos
similares al color de la chapa.
ENCOLADO CON COLAS VINÍLICAS
Debido a las características termoplásticas de este tipo de cola, la cantidad a aplicar debe regularse con precisión según la chapa, el soporte y el tipo de prensa utilizada, para evitar filtraciones desagradables que son difíciles de eliminar durante la operación de lijado. En general, la cantidad de cola vinílica utilizada debe estar entre 80 g/m2 y 110 g/m2, a presiones que varían entre 1,5 bar y 3,5 bar y temperaturas de chapado entre 60°C y 80° C.
LIJADO
Para eliminar del producto cualquier rastro de manipulación y/o cola sobrante de la operación de encolado, la chapa debe lijarse con papel de lija de grano 100/150/180, utilizado individualmente o en sucesión en lijadoras manuales o automáticas. El lijado realizado en ángulo recto con la veta, si se hace con fuerza, puede dejar en el material microarañazos o desgarros visibles; por lo tanto, es necesario realizar pruebas de antemano para evaluar el resultado y decidir qué técnicas de lijado específicas adoptar.
BARNIZADO
La chapa se puede barnizar utilizando los métodos y clases de productos recomendados para barnizar madera natural, que están diseñados para preservar el material de fenómenos de deterioro químico/físico (fotodegradación, degradación térmica) y mecánico (arañazos, golpes, etc.). En cualquier caso, es aconsejable seguir cuidadosamente las instrucciones específicas proporcionadas por el fabricante del barniz y realizar pruebas antes de someter la chapa multilaminar a procesos de barnizado.
MANTENIMIENTO DE LAS CHAPAS
Como la chapa está compuesta principalmente de madera natural, su contenido de humedad puede variar en relación con el entorno en el que se almacena y se trabaja; recomendamos, por lo tanto, mantener en las áreas reservadas para el almacenamiento y el trabajo de la chapa una tasa de humedad de entre el 50% y el 80% (Ur) a una temperatura de referencia de 20-22° C. Evitar todo contacto, incluso temporal, con agua u otros líquidos, condensación y goteo sobre la superficie del producto. El producto debe almacenarse plano a una altura de al menos 200-250 mm del suelo y la chapa debe protegerse de toda la luz, tanto directa como indirecta.
TÉCNICAS DE ENSAMBLAJE
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CHAPADO
La chapa se puede encolar sobre todos los soportes a base de madera con colas ureicas o vinílicas. Para el encolado sobre soportes de diferentes materiales, recomendamos realizar primero pruebas para comprobar posibles problemas técnicos y evaluar el rendimiento del producto acabado.
ENCOLADO CON COLAS UREICAS
Cuando se utilizan colas ureicas, generalmente es aconsejable no aplicar más de 150 g/m2, a presiones que varían entre 1,5 bar y 3 bar y temperaturas de chapado entre 80° C y 125° C. Se pueden añadir aditivos a la cola para
ajustar sus propiedades reológicas y evitar filtraciones indeseables. También sugerimos pigmentar la cola con tonos
similares al color de la chapa.
ENCOLADO CON COLAS VINÍLICAS
Debido a las características termoplásticas de este tipo de cola, la cantidad a aplicar debe regularse con precisión según la chapa, el soporte y el tipo de prensa utilizada, para evitar filtraciones desagradables que son difíciles de eliminar durante la operación de lijado. En general, la cantidad de cola vinílica utilizada debe estar entre 80 g/m2 y 110 g/m2, a presiones que varían entre 1,5 bar y 3,5 bar y temperaturas de chapado entre 60°C y 80° C.
LIJADO
Para eliminar del producto cualquier rastro de manipulación y/o cola sobrante de la operación de encolado, la chapa debe lijarse con papel de lija de grano 100/150/180, utilizado individualmente o en sucesión en lijadoras manuales o automáticas. El lijado realizado en ángulo recto con la veta, si se hace con fuerza, puede dejar en el material microarañazos o desgarros visibles; por lo tanto, es necesario realizar pruebas de antemano para evaluar el resultado y decidir qué técnicas de lijado específicas adoptar.
BARNIZADO
La chapa se puede barnizar utilizando los métodos y clases de productos recomendados para barnizar madera natural, que están diseñados para preservar el material de fenómenos de deterioro químico/físico (fotodegradación, degradación térmica) y mecánico (arañazos, golpes, etc.). En cualquier caso, es aconsejable seguir cuidadosamente las instrucciones específicas proporcionadas por el fabricante del barniz y realizar pruebas antes de someter la chapa multilaminar a procesos de barnizado.
MANTENIMIENTO DE LAS CHAPAS
Como la chapa está compuesta principalmente de madera natural, su contenido de humedad puede variar en relación con el entorno en el que se almacena y se trabaja; recomendamos, por lo tanto, mantener en las áreas reservadas para el almacenamiento y el trabajo de la chapa una tasa de humedad de entre el 50% y el 80% (Ur) a una temperatura de referencia de 20-22° C. Evitar todo contacto, incluso temporal, con agua u otros líquidos, condensación y goteo sobre la superficie del producto. El producto debe almacenarse plano a una altura de al menos 200-250 mm del suelo y la chapa debe protegerse de toda la luz, tanto directa como indirecta.